¿Qué le pasa a Nicolas Cage? Admitámoslo, el tío capaz de
soportar sobre sus hombros el plano-secuencia inicial de Snake Eyes (1998) de
Brian de Palma ha de ir puestísimo de farlopa. Si no, no se explica. El tío que
comete error tras error en la elección de papeles ha de estar bajo la
influencia de varios barbitúricos. No puede, excepto Mickey Rourke, haber nadie
más gafe en la industria del cine. Entonces…¿Porqué me cae de puta madre Nicolas Cage? Y a otros, creo
que mi señor editor lo idolatra. Pues no tiene fácil respuesta la
preguntita. Quizá por aparecer siempre
on drugs, quizá por representar como nadie al eterno perdedor con buen corazón.
No sé, la cuestión es que siendo un mediocre actor se come la pantalla y deja
al espectador con ganas de más. Lo fijo es que le da a la colombiana y a las anfetaminas,
pondría mi mano en el fuego.
Después de poner a parir al pobre de Nic, mi señor editor me
pide una reseña de un buen film suyo. Y lo tengo a tiro de piedra eligiendo Snake
Eyes. Veamos, no es Atrapado por su pasado (Carlito´s Way.1994) ¿De acuerdo? Que
eso quede claro. Es un de Palma cocainómano y pasado de vueltas, sí, la cámara tiene
vida anfetamínica propia, también, y Cage está totalmente desquiciado, ok, todo
lo anterior es cierto pero aún así no puedo dejar de considerarla una obra maestra
y una de las mejores películas del director. ¿Y porqué a priori tiene todo en su
contra? Pues quizá por ese inicio brillantísimo con una febril cámara realizando
un alucinante plano-secuencia de…¡¡¡20 minutos!!!...siguiendo a un adrenalínico
Nicolas Cage. Todo el peso de la película recae en él y hay que reconocer que se
sale en su anfetamínica sobreactuación. La peli moza mazo.
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