jueves, 3 de mayo de 2012

Mickey Rourke: El ángel caído

Por Santi Martí

El otro día me guaseaba de Nicolas Cage por gafe pero ya señalaba que había alguien que le superaba en el ranking de cenizos: Mickey Rourke. Y la verdad es que empezó su carrera impecablemente con un pequeño papel en “La puerta del cielo” de Michael Cimino para luego interpretar magistralmente al mítico chico de la moto en “La ley de la calle” de Francis Ford Coppola. Luego hizo “Nueve semanas y media”, megabodrio del inclito Adrian Line para después protagonizar otra de Cimino: “Manhattan Sur”, “Year of the dragon” en su versión original, con guión de Oliver Stone. Después hizo “El corazón del angel” que fue un punto de inflexión en su carrera y que me afectó tanto que hay un epílogo especial sobre mi relación con dicha película. Tras esta parece que se le fue la olla y se metió en proyectos europeos apestosos de arte y ensayo y mierda como “Francesco” sobre la vida se San Francisco de Asis de Liliana Cavani. Después de eso, nada, el vacío más absoluto. Yo tengo la teoría que desarrollo en el epílogo, que Rourke fue maldito de algún modo en el rodaje de “El corazón del angel” por el ambiente luciferino del film y se convirtió en uno de esos ángeles caídos  desde el paraíso del antiguo testamento. Y perdió el rumbo y los papeles. Se metió a boxeador serio convirtiéndose en la rechifla del mundillo. Todo le salía mal hasta “El luchador” de Darren Aronofsky, película salvífica y redentora. Pero parece que esa obra maestra solo fue un salto en el pedregoso camino y que el tío ha vuelto a su lugar de megacenizo oficial de Hollywood. Y hay grandes enigmas como por ejemplo ¿ Porqué Terrence Malick eliminó su escena de “La delgada línea roja”? ¿Hizo guarradas con su mujer? Todo lleno de enigmas. Ni que una maldición vudú le persiguiese…

Hay más teorías personales que indican que Rourke quedó maldito por “El corazón del ángel”. Ese polvo mítico con Lisa Bonet y la influencia del mismo Lucifer lo condenaron al infierno en la tierra y él ha hecho muy poco por redimirse. Eso sí, es su mejor peli con diferencia y la mejor de Parker. Pero insisto que contiene una fibra sobrenatural, luciferiana, que le afectó. No volvió a dar pie con bola en la elección de papeles y se hundió. Y todo por mancillar a la hija de Bill Cosby, háganme caso. Fui a ver quince veces esa peli al cine de estreno. Me afectó mucho. Me abrochaba la camisa hasta el cuello, me compré un abrigo parecido al suyo, fumaba Camel sin filtro, tenía el póster de la peli en  la cabecera de mi cama y escuchaba la banda sonora sin parar. Sudaba en pleno invierno. En serio, esa obra maestra tocó fibras muy dentro de mí con su cacao de muchas religiones pero sobre todo la católica, lucifer pertenece a ella. Y con una Lisa Bonet de la que me enamoré y cuyo polvo gore me dejaba siempre agarrotado en la butaca. Me veía maldito como Mickey. Y lo estaba.

Por Daniel Patón
  
A Mickey Rourke  no hay nadie que lo defienda más que yo. Es uno de mis actores favoritos desde que de pequeño comencé a descubrir el cine en Tve2 y “La ley de la calle” o “El corazón del ángel” siempre formarán parte de mis películas favoritas. Inolvidables son sus recreaciones del chico de la moto o Harry Angel en la de Parker, sin olvidar al Stanley White, policía facha con pelo blanco en “Manhattan Sur”, incluso me parece una interpretación memorable su don Juan de “Nueve semanas y media”, y lo mejor de la blanda peli. Pero el que era considerado por muchos el nuevo Marlon Brando, se dejó. Las drogas, el alcohol, el bottox, el boxeo, supuestas acusaciones de malos tratos y la mala elección de papeles lo dejaron en el olvido, y acabó llegando al infierno de los olvidados de Hollywood: Los 90 y la serie B de videoclub o el cine de acción de consumo rápido: (excepto algún buen film como “Arenas blancas” de Roger Dolandson”) En la divertidísima “Dos duros sobre ruedas” se codeó con Un don Johnson perdido entre Harleys, tiros y guión ausente. Secuelas infames que explotaban su personaje en la erótica “Nueve semanas y media”, o villanos de lujo acompañando a actioners como Van Damme o Sylvester Stallone, sin olvidar sus intervenciones en programas basura como “Sorpresa, sorpresa”, donde siempre será recordado su colocón y sus cachetazos en el culo a Isabel Gemio. Era más famoso por sus operaciones  faciales frankenstenianas, estiramientos de piel, bottox, fotos resacosas o paseando a su perrito con vestimentas imposibles en revistas del corazón. Amigos del actor, como Robert Rodriguez, Tony Scott, Steve Buscemi, Stallone o Coppola lo han ido sacando del fango, pero el proceso ha sido lento, hasta que llegó la magnífica “Sin City” (2005), de Rodriguez, y empezó a ganar popularidad. En 2008 protagoniza “El luchador” de Aronofsky y le nominan al Oscar, pero se lo arrebata-injustamente- Sean Penn.  Su amigo Robert Downey Jr. lo quiere para su “Iron Man 2” y lo exige como villano de lujo, llegando a ser lo mejor de la película. Sale en “Los mercenarios”, de su amigo Stallone, en “Inmortals” de Tarsem Singh y parece que todo va genial, buenas películas y papeles jugosos, pero no…


Sigue siendo un gafe, según leo en Internet, algo de lo que tampoco me fío mucho y no se sabe a ciencia cierta si es certero, iba a protagonizar en 2007 “Death Proof”, de Tarantino, pero en la preproducción, se aburría y se cortó un trozo de meñique con un pequeño cortaúñas. Fue despedido y sustituido por Kurt Russell. Iba a salir en el remake de Conan, pero fue reemplazado por Ron Perlman. “Postzdamer Platz”, era un proyecto que iba a dirigir Tony, el hermano loco de Ridley Scott, y donde Rourke se habría codeado con estrellas del calibre de Javier Bardem, Jason Statham, Al Pacino o Christopher Walken, pero el proyecto no se llevó a cabo, aunque esta vez la culpa no sea toda de Rourke, a Tony Scott se le ocurren cien proyectos en un día y luego no rueda ninguno. Stallone le ofrece repetir su personaje en “Los mercenarios 2”, esta vez dirigida por Simon West (Con Air), con mucha más presupuesto, pero se vuelve exigente y egocéntrico y la rechaza para salir en “Siete Psicópatas”, del  Indie Martin McDonagh, responsable de “Escondidos en Brujas”: diferencias creativas con el director hacen que acabe siendo sustituido por Woody Harrelson. Total, se ha quedado sin proyectos y vuelve al videoclub, como en los noventa: Lo próximo: una con Danny Trejo rodada directamente a vídeo. Una pena, aunque puede ser que realmente quiera ser un outsider en Hollywood y no quiera fama, le gusta vivir así, que lo dejen tranquilo. Esa es mi teoría.

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