
Por Santi Martí
Mi querido señor editor odia a Fassbinder, cosa que yo puedo compartir excepto por Querelle. Porque es como ser homosexual y despertarte en el cielo de los maricones. La película más gay que yo haya visto. Le da de patadas a todo el cine de Almodóvar pero es que hasta con recochineo. Déjenme les ponga en contexto, el que escribe esto es un pobre heterosexual que siempre ha admirado la escena gay más radical. Si fuera maricón sería de los de cuarto oscuro, a saco y sin condón ni nada. Pues bien, una madrugada en la 2 la echan sin avisar y yo me quedo fascinado por sus barrocas imágenes. Con un muy adecuado Brad Davis pre-sida haciendo de marinerito en la puerta de Hamburgo(?¿)buscando a otros hombres, quienes sean, para follar a saco es la mejor disección del deseo masculino,, homo o hetero, que yo haya visto. El deseo en estado puro sin florituras ni mandangas
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