¿Por qué me ha enganchado tanto desde el comienzo este remake de la ya de por sí excelente film homónimo sueco vampírico del 2008? Me están contando prácticamente lo mismo e incluso con unas maneras menos refinadas, quizás algo más efectistas-no mucho más-y sigue pareciéndome un film redondo y emocionante. Esta relectura USA del original-y primer film e la segunda etapa de Hammer films- está casi tan logrado como aquel gracias a una atmósfera y un ritmo muy adecuados. Matt Reeves, alumno de J J Abrams que sorprendió muy para bien con su “Monstruoso” ( Cloverfield.2008), ha filmado un film que no solo trata con fidelidad y respeto a la joya de Tomas Alfredson, si no que demuestra una especial adoración y cariño en cada una de las escenas, y aunque se permite algunos cambios narrativos a priori innecesarios-pero que él hace efectivos y vibrantes- , sabe dirigir muy bien actores, en especial los niños protagonistas que están espléndidos, e incluso el agradecido Elias Koteas demuestra ser cada vez mejor secundario, encadenando estos últimos años bastantes films de género como “Exorcismo en Connecticut”, “Defendor”, “la cuarta fase” o “Shutter Island”. Es una lástima que el insuperable clímax final en la piscina de la original aquí sea menos logrado e impactante. A pesar de todo, un remake excelente y dirigido con muy buen gusto por Reeves.
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