
Por Santi Martí
De entrada les reconozco que a mí todo lo francés me repugna , empezando por su puto y amanerado idioma. Pero al César lo que es del César. Cuando los jodidos gabachos aciertan lo hacen a lo grande. Diderot, D´alembert y guillotinar a sus reyes, por ser breve. En lo tocante al cine, Cahiers du cinema lleva décadas tocándome los cojones. Pero no dejemos que el mensajero intoxique todo un arte. Porque desde el principio, tras los yanquis, han sido los putos jefes. Olvidad el barroquismo hueco de las vanguardias soviéticas y alemanas. Aquí quienes se aplicaban en serio eran nuestros vecinos: Abel Gance, Jean Vigo, Renoir, Melville, Truffaut y la buena parte de la Nouvelle Vague.
Lo malo es que la parte mala tomó el control en los sesenta y nos han braseado desde entonces. Pero, y me jode reconocerlo, cuando surge un autor de verdad como Bertrand Tavernier les da de patadas a todo el dogma junto y a Michael Haneke se lo come para merendar. Incluso cuando aciertan con un destello como La Haine ( El odio.1995) se llevan por delante toda la filmografía del puto griego de Angelopoulus o del ya gaga portugués de Oliveira. Ustedes son jóvenes y no han debido tragarse toda esa "mierda de festival". Y bien hecho, no deben. Por eso mismo apelo a su confianza en mi buen criterio cuando les recomiendo La clase(2008), palma de oro en el último Festival de Cannes y uno de esos raros destellos del mejor cine francés. Ese que no es Asterix, pero tampoco Besson y mucho menos Chabrol. Véanla en v.o.s.e. Esta si lo merece.
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