Eduardo Sánchez uno
de los directores de ese fundamental found
footage que nos inquietó a finales de los noventa, “El proyecto de la bruja
de Blair”, nos presenta en Lovely Molly la historia de una chica acosada por un
espíritu violador que traerá de vuelta sus demonios del pasado, su regreso a las
drogas y las terribles consecuencias que acarreará su bajada a los infiernos. Gretchen
Lodge, su protagonista, es todo un descubrimiento y lo mejor de este film. Su interpretación
es conmovedora, morbosa, perturbada y perturbadora. La película bebe de títulos
como “El ente”, de Sidney J. Furie y sobre todo, de “El anticristo” de Lars Von
Trier, con la que comparte esa atmósfera malsana que va en crescendo, ese ritmo
pausado y ese nexo de sexo y muerte. Estamos ante un drama de terror Indie, con
pequeños y prescindibles insertos de grabaciones encontradas, irregular y
lastrado por un ritmo en ocasiones espeso, pero con momentos muy inquietantes y
acertados- la seducción de Molly al pastor o el plano donde ella va abandonando
la casa y vamos descubriendo poco a poco lo que se encuentra al otro lado- y
momentos de extrema crudeza y mal rollo- el cadáver mordisqueado en la bañera o
el tornavís en las nucas-¿ Está poseída, o por el contrario es efecto de un problema mental, trauma del pasado o las drogas? Ese es lo que nos plantea el film hasta su parte final. Una película difícil, no para todos los paladares, pero
recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario