
Contemplar y aceptar a estas alturas un film como The tripper (aquí estrenado directamente a dvd con el título El republicano), no es nada fácil, más teniendo en cuenta las miles de variantes que el slasher ha ofrecido en el comienzo de este siglo veintiuno: Desde los estimables y algunos de ellos excelentes remakes que se han hecho de clásicos como Las colinas tienen ojos (2006), La matanza de Texas (2003) , Halloween (2007) y Viernes 13 (2009), hasta estimables nuevas miradas como las aún inéditas en España Hatchet (2006) o Laid to rest (2008), por poner solo dos ejemplos de los centenares que se han hecho y merecen mínimamente un visionado. David Arquette no es ninguna leyenda entre los actores de Hollywood, es más famoso por ser el hermano de Patricia (Carretera perdida) y Rosanna (Pulp Fiction) o la pareja de “una” de las de Friends, Coutney Cox que aquí tiene un cameo, y además produce-, que por lo que ha protagonizado durante toda su carrera. Alguna peli indie como la digna Johns (1996) y sobre todo, el momento de gloria y efímero que le vino de la mano de Wes Craven en la trilogía Scream (1996-2000), tres slashers cinéfilos, donde también aparecía Courtney, que habría que tener muy en cuenta y revisar de vez en cuando, y de los que parece ha debido inspirarse un poco para rodar su largo. The tripper (2006) no satisfará del todo a los que esperen un brutal film de psychokiller que va matando jóvenes, ni a los que quieran buscarle su crítica política, de la que algo hay. El film de Arquette nunca se decanta del todo por ningún género, a veces parece Viaje de pirados (2000) y otras un film de Jason, por no decir escenas triposas dignas del Roger Corman de The Trip (1967) o algunas torpezas dignas de la Troma. El problema es que es íntegramente un film del actor: además de rodarla, también la ha escrito, pagado y sale en ella en dos papeles como mínimo. Y su inexperiencia en la dirección provoca a la cinta desde momentos divertidísimos a escenas intrascendentes. La idea es más divertida: Un asesino con la máscara y vestimenta de Ronald Reagan matando hippies en la era de Bush - al menos así era cuando se rodó el film-. El film resulta simpático siempre que se tengo en cuenta que es una serie B desenfadada como también lo fue en su día Uncle Sam(1994), ese film con bastantes parecidos, que firmó un William Lustig en horas bajas. Sea como sea, solo por ese revival hippie merece la pena.
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