Peanuts o Snoopy y Carlitos

Santi Martí

Reconozco que desde pequeño adoraba Mafalda (insoportable ahora) y encontraba a Carlitos Triste y deprimente. Encima Crecí en los 80, la maldita adolescencia, y Snoopy se convirtió en icono de los pijos de Barna: rijosas, pegatinas en sus Golfs, sus vespas, sus odiosas carpetas de instituto privado y la horrible expresión te lo juro por Snoopy. Toda la puta zona alta. Palabra. Y para rematar, los 80 fueron una época de declive para la tira. Charles Schulz ya estaba mayor y llevaba treinta años con los personajes. A Mí me iban más Crumb, Shleton, Gallardo, Max, Miller y Moore. Schulz era rancio y los dibujos animados infantiloides y babosos.


Esto último es cierto pero entono un sincero mea culpa sobre la tira. He tardado veinte años en reconocer que es una sublime obra maestra. Tuvo que ser la editorial americana Fantagraphics con sus ediciones cronológicas e impecables quien me abriera los ojos. Y ustedes aprovechen, pues Planeta de Agostini ya ha traducido muy dignamente siete libros de la edición original. Y desmintiendo deprimentes habladurías no han cancelado la colección y editarán el octavo en breve. Nunca ni en América ni en España hemos podido disfrutar de esta obra con esta seriedad y calidad. Denle una oportunidad, olviden a los pijos y descubran porque Ware o Seth la adoran. Nunca la tristeza fue tan humanista.¡¡ Disfrútenla!!