
Joaquín Oristrell zanja Sin Vergüenza con una bonita dedicatoria: A los 4500 actores que hay en este país. Hace ya siete años que se estrenó este film coral, y desde ahí ha llovido mucho. Y no para bien. De todos esos profesionales a los que se refería el director y guionista, ahora mismo pocos estarán ejerciendo su trabajo, y eso si siguen siéndolo. No solo será culpa de esta crisis del cine español, y no voy a polemizar si lo merecemos o no, pero lo que está claro es que nuestras odiosas salas de cine hechas cada vez más para gente sin criterio, e ideadas últimamente como parque recreativo, no les dan oportunidad a nuestro cine. No quieren arriesgarse y lo único que aceptan son megaproducciones extranjeras marginando lo que aquí se hace.
En el 2001, cuando se rodó esta peli, teníamos la oportunidad de ver un gran plantel de actores que levantaban por sí solos todo el metraje, veteranos por un lado- Verónica Forqué, Daniel Giménez Cacho, Jorge Sanz, Candela Peña, Rosa María Sardá- o jóvenes promesas la mayoría desconocidos por otro- Marta Etura o Dani Martín de ECDL entre otros- , y su director si algo hizo fue dar trabajo a muchos. El filme resultó un sencillo pero fresco y divertido retrato de gente que quieren ser actores, de una academia de interpretación, líos familiares; con unos estupendos diálogos y geniales interpretaciones. El director catalán sigue en la brecha y este año ha estrenado Dieta Mediterránea(2009). Buena oportunidad para rescatar en Dvd este título que no es un David Fincher pero ni falta que le hace.
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