domingo, 11 de enero de 2009

The Wrestler


Por Santi Martí

Lo reconozco, no he aguantado el síndrome de abstinencia, para mí el buen cine es la mejor de las drogas. Y desde que esta peli se estrenó en el pasado festival de Venecia y leí la crónica de Carlos Boyero en El País cogí muchas ganas de
verla. Eso fue en septiembre y aquí - puto, puto país - no se estrenará hasta febrero. Me juramente con unos amigos a esperar a verla en sala de cine y no caer en la tentación de verla bajada de la red. Pero ha sido imposible y uno a uno la hemos visto en calidad Dvd y con perfectos subtítulos. ¿Quién coño se queja luego de lo mucho que se piratea aquí? ¿Hemos de sufrir esperas de seis, ocho o doce meses?¿Qué mierda de distribución padecemos? Que les jodan, putos retrasados. Y la peli qué tal, se preguntarán. Pues bien, Boyero se queda corto en su crónica; no solo es la mejor peli de Darren Aronofsky y la mejor interpretación de Mickey Rourke - de oscar, palabra - también es una obra maestra y la demostración irrebatible que en esto del cine los americanos siguen siendo los maestros y están a años luz del resto de cinematografías. Vean la última de Sidney Lumet si creen que exagero. Y The Wrestler solo puede compararse con Toro Salvaje. No solo porque la lucha libre sea el reverso bufo del boxeo sino porque la historia que explica está a la altura de la obra maestra de Scorsese y el trabajo de Rourke al de Robert De Niro. Y si dudan de mi buen juicio fíjense, por favor caballeros, en el monólogo final de Rourke y solápenlo al monólogo final de Jake La Motta. ¿Sí o sí?



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