Por Santi Martí
Se cuenta que Errol Flynn era un pichabrava drogota, que tocaba melodías al piano con su descomunal miembro y que gastaba bromas chunguísimas a sus amigotes. Cuentan que a David Niven, gentlemen inglés,
lo arrojó por la borda de su velero a tres millas de la costa, sin flotador y en zona de tiburones. Luego fueron al embarcadero y observaron como casi se ahoga pues no era lo que se dice un gran nadador. Se rieron un montón pero Niven no volvió a hablar con el protagonista de "Murieron con las botas puestas".
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