Ginger Lynn, la guarra de las galaxias
Por Santi Martí
Siguiendo el repaso a las divas del porno yanqui de los ochenta ahora le toca a una que con solo mirarla te preguntabas cuantas enfermedades venéreas podría transmitirte. Paradigma de actriz guarra, puta y perra tenía una cara de vicio que valía por diez prostitutas de las viciosas. Porque era el vicio lo la hacía grande y memorable. Un vicio tan exagerado que se convertía en enfermizo y cuasi desviado en las escenas lésbicas que yo recuerde. Fue la primera actriz a la que vi en un dúplex con dos pollones metidos hasta el fondo. Les juro que parecía disfrutar con las felaciones, sodomías y sobre todo, en las escenas con otras mujeres. Nunca he visto una comida de almeja como las que hacía Ginger Lynn. Mucho vicio.
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