lunes, 2 de noviembre de 2009

Giallo


Si hay algo que más me jode en esto del cine es ver como los viejos maestros del horror setentero y ochenteno están de capa caída. Ni George A. Romero, con sus Diary of the dead y Survival of the dead, ni Dario Argento con sus últimas aportaciones al género han dado en la diana como lo dieron en su día con obras maestras como La noche de los muertos vivientes, Zombie, El día de los muertos, Creepshow, el primero, o Suspiria, Rojo oscuro, Phenomena o Terror en la ópera, el segundo.

Argento ha vuelto con Giallo, después de la irregular pero brillante por momentos, La terza madre. Un buen reparto con Adrien Brody, Emmanuelle Seigner, musa y pareja de Polanski, y Elsa Pataky encabezan el cartel. El nombre del film describe el subgénero que más veces utilizó el director en toda su filmografía, y el color amarillento del feo asesino de este film, que secuestra modelos y chicas bonitas para dejarlas hechas mierda a base de toda clase de torturas e instrumentos cortantes. La verdad es que todo suena a ya visto, y, sobre todo, que fue mejor en otros tiempos.La presencia de Brody es agradecida, así como algún asesinato bestia y maquillaje de Sergio Stivaletti, pero se echa de menos una mejor atmósfera, un mejor guión, y un asesino que no de pena, si no miedo, con una parte final monótona donde contemplamos al matarife persiguiendo a la Pataki constantemente. Atrás quedan los tiempos del rey del giallo. Podemos conformarnos con que siga dejando su huella, y dar suerte que no es una bazofia de la calaña de su particular y soporífera versión de El fantasma de la ópera (1994), y como mínimo se deja ver, pero es un pasatiemto demasiado descafeinado,y echamos muy de menos los asesinatos artísticos, ingeniosos, rebuscados y con litros de hemoglobina que poblaban los mejores films del director romano. Lo mejor que ha hecho en estos últimos años han sido los dos episodios para Masters of horror, la producción televisiva de Mick Garris.

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