Ya no soy fan de Woody Allen. Lo fui cuando se enrolló con su hijastra y se divorció de la pirada de Mia Farrow. Firmó obras maestras como Delitos y faltas, Misterioso asesinato en Manhattan o Balas sobre Broadway. Pero en los últimos tiempos ha tenido su etapa inglesa menor, y el gran truño de Vicky, Cristina, Barcelona. Esta última fui a verla con muchas ganas : vuelve a Nueva York y la protagoniza el gran Larry David - no se pierdan Curb your enthusiasm- pero mi gozo en un pozo: es una peli decepcionante y descosida. Parece una obra amateur hecha por un aficionado. He perdido la fe en Woody Allen y pienso seriamente que debería bajar su ritmo de una peli por año. Por el bien del cine.

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